EL ESTRÉS Y LA ANSIEDAD ¿SON LO MISMO?

Por: David Teijido Carpente, Psicólogo y máster en Neurociencia


Estrés y Ansiedad son dos términos que muchas veces se utilizan como sinónimos en el lenguaje coloquial.

Esto ocurre porque ambos están muy relacionados y son dos fenómenos que tienden a aparecer a la vez. No obstante, existen diferencias entre Estrés y Ansiedad. A continuación te contaremos en qué consiste cada una y cómo diferenciarlos.


Qué es el Estrés:



Antes del último tercio del siglo pasado hablar de estrés suscitaba más preguntas que respuestas por tratarse de un concepto poco definido y normalmente relacionado con la ansiedad. Se decía que el estrés era lo externo, es decir, la situación estresante, y la ansiedad la parte interna, es decir, la respuesta de una persona ante esa situación estresante.


Gracias a los trabajos de Richard Lazarus a finales del siglo XX, este concepto comienza a definirse más y es cuándo empiezan a surgir las técnicas de afrontamiento del estrés, hablaremos de ellas en otro momento. 



Lazarus define el estrés como:


"una relación particular entre la persona y el entorno que es valorada como desbordante o como algo que excede sus recursos y pone en peligro su bienestar."


Lo importante de esta definición es que pone a la persona como determinante de si una situación es estresante o no. Es decir, la situación no es estresante por sí misma, sino que es la persona la que la convierte en estresante al percibirla como DESBORDANTE. 


Aquí entra la importancia de la PERCEPCIÓN de la persona por encima de las características de la situación. 


Ilustraremos esto con unos ejemplos:



Imagínate una habitación que se encuentra objetivamente a 23 ºC según nuestro termómetro. 


¿Esta habitación está caliente o está fría?


Si ponemos dentro de esta habitación a una persona que viva normalmente en el Polo Norte, probablemente la califique como una habitación en la que hace calor. 


Del mismo modo, una persona que esté acostumbrada al calor del Desierto del Sáhara la calificará como una habitación más bien fresca.


Uno no puede decir si esta habitación está objetivamente caliente o fría, ya que esto dependerá de su percepción subjetiva, lo único que puede decir son sus características objetivas, es decir, que está a 23 ºC.

 

 

El estrés funciona igual. Una situación no es estresante por sí misma, sino que la percepción de que no podemos hacerle frente en ese momento la convierte en estresante para esa persona.




Imaginemos que tenemos un examen:  

Cuando falta un mes para el examen no sentimos niveles altos de estrés porque creemos que tenemos tiempo suficiente para estudiarlo. Creemos que podemos hacer frente a la situación con los recursos que disponemos, como lo es el tiempo.


Sin embargo, si no estudiamos hasta que quedan 3 días para el examen entonces sí veremos ese examen como una situación altamente estresante, porque ahora la falta de tiempo lo convierte en una situación desbordante para nosotros.   

Otra persona que sí haya empezado a estudiar cuando el estrés todavía era leve no llegará experimentar niveles altos de estrés ya que necesitará cada vez menos tiempo, a medida que estudia más, para llegar a aprobar.




Entonces podemos decir que el estrés es una reacción fisiológica que provoca tensión y forma parte de nuestras capacidades de adaptación a los cambios.


Podemos hablar de ESTRÉS POSITIVO cuando este nos moviliza para hacer frente a las demandas del medio ayudando a adaptarnos. 


Cuando la situación estresante se mantiene durante mucho tiempo el estrés se convierte en algo NEGATIVO y por lo tanto en un problema.


Esto último puede ocurrir o bien porque la persona no tiene estrategias de afrontamiento al estrés o estas no son óptimas y adaptativas, o bien porque la situación estresante es excesiva y no puede ser asumida por los recursos de la persona, por lo que se mantiene en el tiempo en ambos casos.



Entonces, ¿qué es la ansiedad?




La ansiedad es una activación fisiológica con carga emocional. La ansiedad es uno de los síntomas del estrés. Pero puede existir el estrés sin ansiedad, y la ansiedad sin estrés. NO SON LO MISMO.


La ansiedad se caracteriza y diferencia del estrés por su carga emocional negativa (miedo). En la ansiedad patológica se dan pensamientos de anticipación de futuros fracasos, bloqueo mental, preocupación exagerada...


El estrés es exclusivo del momento en el que el estresor está presente, la ansiedad puede aparecer aunque el estresor no esté. Cuando el estresor termina, por ejemplo al terminar el examen, el estrés desaparece. La ansiedad por otro lado puede mantenerse en el tiempo aunque el estresor haya desaparecido.



Por ejemplo, una persona que tenga una fobia a las arañas puede tener ansiedad simplemente pensando en el momento que se encontró con una, aunque ese momento ya haya pasado y la araña ya no esté cerca.



La ansiedad, al igual que el estrés, tiene una función adaptativa. La activación fisiológica que provoca y la activación emocional nos ayuda a actuar ante una amenaza inminente, ya sea atacando o huyendo.


No obstante, cuando la ansiedad se manifiesta sin un estresor presente o que no es real y este se prolonga en el tiempo es cuando hablamos de un trastorno de ansiedad.



  • El estrés aparece ante situaciones que son reales y que suceden en la vida de las personas. Puede ser la muerte de un cónyuge, un matrimonio infeliz, un trabajo muy exigente, etc. En el caso de que el estresor sea algo que se mantenga en el tiempo, el estrés se convertirá en crónico y ocasionará problemas de salud tanto física como mental.


  • La ansiedad puede aparecer ante situaciones reales o irreales, ya que esto va a depender de una interpretación personal que muchas veces puede ser irracional y exagerada, por ejemplo, un miedo paralizante a hacer el ridículo al hablar en público, como suele ocurrir a personas con ansiedad social. En estos casos la ansiedad no es adaptativa y se convierte en algo patológico.




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