INTELIGENCIA EMOCIONAL PARTE 2: FACILITACIÓN EMOCIONAL




En la primera parte de esta serie sobre la inteligencia emocional aprendimos qué es la inteligencia emocional, cómo surgió el término y las habilidades que la caracterizan. 


También hablamos con detalle de la primera de estas 4 habilidades: la capacidad para percibir, reconocer, evaluar y expresar emociones.


Te recomiendo que le eches un vistazo a la parte 1 antes de continuar con este artículo.



FACILITACIÓN EMOCIONAL


La segunda habilidad que caracteriza a la inteligencia emocional es la FACILITACIÓN EMOCIONAL

Antes de entrar de lleno en lo que significa la facilitación emocional vamos a aclarar un par de conceptos.



Diferencia entre Emoción y Sentimiento.


Como vimos en la parte 1, una emoción es un conjunto de respuestas que nos predisponen a reaccionar de cierta manera.


Estas respuestas se dan a tres niveles, el nivel fisiológico (el miedo te hace temblar), el nivel conductual (el miedo te hace huir) y el nivel cognitivo (el miedo te hace pensar que todo va a salir mal y que es mejor no arriesgarse porque no eres tan bueno).


El sentimiento surge de la suma de emoción y pensamiento, es decir, es una interpretación, una evaluación subjetiva que hacemos de nuestros sucesos externos e internos, estos son, el conjunto de respuestas que caracterizan a la emoción.


Por ejemplo, la alegría nos puede poner los pelos de punta, hacernos saltar y gritar y también nos hace pensar que valemos mucho y que las cosas pueden salir bien. Cuándo nosotros hacemos una interpretación subjetiva de estos sucesos externos e internos es cuando llegamos a la conclusión “me siento alegre”


Es decir, el sentimiento es la interpretación subjetiva que hacemos de los sucesos externos e internos de la emoción. Las emociones influyen en nuestras cogniciones y estas en nuestros sentimientos. En este otro artículo hemos hablado de la influencia bidireccional de las emociones, los pensamientos y las conductas.




Ahora que ya conocemos la diferencia entre emoción y sentimiento podemos continuar



¿Qué es la FACILITACIÓN EMOCIONAL?


Una vez conocemos cómo las emociones influyen y actúan en nuestro pensamiento, cómo procesamos la información y cómo influye en nuestros actos, entonces podemos comenzar a utilizar las emociones en nuestro beneficio. Es en esto en lo que consiste la habilidad de la facilitación emocional, en utilizar las emociones que sentimos como un factor que nos facilite conseguir nuestros objetivos.


Por ejemplo:


Si tenemos que realizar un trabajo y ello nos provoca ansiedad y miedo, una persona sin inteligencia emocional se dejaría llevar por ese miedo y los pensamientos negativos que provoca como “no voy a ser capaz” “me va a salir mal” y ello le llevaría a que ese miedo aumente por lo que acabaría evitando hacer el trabajo distrayéndose con otra cosa. De esta forma su ansiedad disminuye pero no consigue su objetivo.


Por el contrario, una persona con suficiente inteligencia emocional, al sentir esa ansiedad y miedo iniciales, tendrá el suficiente conocimiento sobre las emociones como para entender que ese miedo es algo normal y será capaz de regular el nivel de miedo con pensamientos como “voy a respirar” “puedes hacerlo” “seguro que me sale bien”, gracias a eso su nivel de ansiedad se mantendrá en un nivel aceptable que incluso aumentará su rendimiento ya que niveles medios de ansiedad tienen la capacidad de aumentar nuestro rendimiento. Hemos hablado sobre ello en este otro artículo sobre el estrés y la ansiedad.


Otro ejemplo:


Una persona puede conocer suficiente sobre sus propias emociones como para detectar que cuando está alegre es más creativo por lo que podrá aprovechar los días que está alegre para realizar trabajos que necesiten mayor creatividad. La ira por el contrario no sería buena aliada para este tipo de actividades, pudiendo incluso aumentar nuestra frustración en lugar de aliviar nuestro enfado al no ser capaces de realizar la actividad creativa que queremos, por lo que sería inteligente aprovecharla para otras cosas como canalizarla yendo al gimnasio, por ejemplo.

Este tipo de optimizaciones utilizando las emociones a nuestro favor para alcanzar nuestros objetivos es lo que se conoce como FACILITACIÓN EMOCIONAL.


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